jueves, 2 de junio de 2011

“Oye, tú, ¡ojos de torreta!”

A todos nos conocen por apodos, desde el más simple hasta el más extravagante, por mi color blancuzco y mis lentes desde que tenía unos tiernos 5 años, se pueden dar una vaga idea de los miles a los que fui víctima desde pequeña y alguno, como Febo que me pusieron en mis años de CCH’ra por un chiste mal contado, todavía se mantiene vigente entre el grupo de amigos que conservo de esa época.
Siempre causa interés saber por qué le dicen de cuál o tal forma a la gente –sobre todo conocida-, pero pocas veces pensamos en el motivo, así que me di a la labor de buscar algunos de los apodos más conocidos pero que en realidad poco sabemos del origen.

Esta plática empezó con unos tragos en una reunión de cumpleaños, donde la mayoría de los asistentes tiene sobrenombres, una chica se acercó a uno de los comensales y le pidió un autógrafo y una foto. Mi amigo se llama Miguel Ángel, pero nos quedamos con la duda de si en realidad lo confundían con Michael Moore o Guillermo del Toro, gordito, güero, de lentes y barba de candado, podía ser cualquiera de los dos.
En la mesa estaban el Tom, el Chore, la Artillera, el Tacho, el Juan Querendón, todos tienen su por qué, y en ese cúmulo de casualidades, estaban televisando una pelea de Saúl “El Canelo” Álvarez, novel boxeador tapatío que da lugar a su apodo el ser pelirrojo.

Uno de mis favoritos de siempre es el del ilustre nadador de la época de sólo Dios sabe, Felipe “El Tibio” Muñoz, quién le debe el sobrenombre a su origen, pues su padre es nativo de la ciudad de Aguascalientes y su madre del municipio de Río Frío en el Estado de México. Felipe fue ganador del oro Olímpico en 1968 en estilo de pecho.

Mi abuela era un verdadero As en el arte del pseudónimo ajeno, apodó a todos nuestros vecinos como a Don Susanito, Doña Sinfonola, Don Pirinolo, el Culo Seco, el Charal Mojado y con ellos no hacía falta explicación, de sólo verlos cualquier duda quedaba disipada. Pero y ¿Cantinflas?, ¿Tin-Tán?, ¿Jim Morrison “El Rey Lagarto”?, ¿El “Chicharito” Hernández?, ¿El “Chuletita” Orozco?, ¿Por qué les dicen “culés” a los aficionados del FC Barcelona?
Mario Moreno “Cantinflas” quien nació en 1911, dio vida en la mayoría de sus películas a un personaje con ese nombre, quien representaba al mexicano de la clase baja: el peladito y según la lengua popular era aquel que iba a las cantinas a inflar: Cantinflas. Luego, Tin-Tán que viene de un absurdo, literalmente, ya que al empezar en el Teatro de Revista, Pedro Meneses quien trabajara en la XEJ, al darse cuenta de su talento, lo lanza con el personaje de Topillo Tapas representando al pachuco (mexicano que emigra a Estados Unidos), pero al tener que alternar con una dupla de humoristas llamada Planillas y Topillos, Meneses le sugiere el cambio a Tin-Tán, así sin más.

Mi madre heredó un poco -¿o un mucho?- del arte de mi abuela, cómo olvidar a mi compañero de danza, el chaparrito y nalgón que apodaron El Gorgojo o a aquel compañero de periodismo, alto, panzón y con las piernas largas largas, el cual conocíamos entre familia como El Alebrije; o bien, el profesor galán quien perdiera todo encanto aquella navidad que llegó a clase de suéter color tinto muy pegado. Desde entonces es conocido como el profesor Panza Guapa.

James Douglas Morrison Clarke, Jim Morrison, “el Rey Lagarto”, líder de la legendaria banda de los 60’s “The Doors”, en uno de sus arranques efusivos dijo: “Soy el rey lagarto y puedo hacer lo que sea”, aunque existen diversas teorías del Lizard King, esta es una de las más populares.
Javier “El Chicharito” Hernández, la joya de la corona, el jovencísimo egresado chivista hoy jugador del Manchester United, quien heredó el apodo de su padre, también futbolista, por chaparrito y ojiverde. Y no muy lejos, ahí por La Noria cruzazulina, se encuentra Javier “Chuletita” Orozco, quien según mi amigo Diego Venegas (experto en deportes) me cuenta que al igual que su tocayo del ManU, hereda el apodo de su padre, futbolista de clase baja que le decía a su familia: “Juego fut para llevar la chuleta a la casa”.

Nos quedan los “culés” y el FC Barcelona, quienes antes de estrenar el Nou Camp, jugaban en el estadio de Les Corts, donde la afición se sentaba en gradas que les dejaban el “cul” al aire que en plural y catalán es culs hasta degenerar en el tan conocido culé. Cuando pasaba la gente les miraba el derierré desde fuera del estadio gritando: “¡Les culets!”.
Y a todo esto yo sólo digo una cosa, que cuidado con tener una madre como la mía que cuando te vistes de rojo en vez de aventarte el famoso piropo, te grita como dice mi amiga América: Rábano Chichón.

4 comentarios:

  1. jajaja, muy interesante y divertido. xD

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  2. Creo que la razón del apodo del Tibio es más prosaica, y se debe a la temperatura del agua. Habría que ver. Un saludo.

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  3. He leido la mayor parte de las letras expuestas en tu blog y me voy con un muy rico sabor de boca, en hora buena, un abrazo y la mejor de las vibras.

    Cantinero.

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